CUIDADOS PARA UN LORO DE MASCOTA

la llegada de nuestro loro mascota a casa.

Cuando nos hemos decidido por tener un loro como mascota en nuestro hogar, debemos realizar una serie de preparativos antes de que nuestra mascota vaya a llegar a casa para reducir el estrés que esto supone. 

En primer lugar, la jaula o aviario donde vaya a vivir nuestra mascota con plumas debe estar listo, completamente montado y desinfectado antes de la llegada de nuestro loro. Montar una jaula en el último minuto suele suponer un elevado estrés que se transmite fácilmente al animal. 

Al llevar a nuestro loro a casa, son muchos los cambios a los que se debe enfrentar simultáneamente: la separación de sus hermanos y/o compañeros loros, el viaje en sí, nuevas personas que lo quieren tocar en todo momento y sobre todo un entorno totalmente nuevo y diferente. Generalmente son situaciones muy estresantes para cualquier animal. Por ello debemos evitar cualquier estrés adicional. 

Lo primero que debemos hacer, antes de pasar nuestra mascota a la jaula, es llenar los cuencos de agua y comida, sin olvidar algo de fruta y verdura; colocar las perchas y algunos juguetes en la jaula. 

Tras esas primeras preparaciones, debemos introducir a nuestro loro a su jaula, con movimientos tranquilos pero con decisión, hablándole siempre con un tono tranquilizador, y teniendo en cuenta que cuando más rápido es esta maniobra, menos estrés sufrirá nuestra mascota. 

Una vez trasladado a la jaula, debemos dejar tranquilo al loro para que pueda observar y acostumbrarse a cómo es su nuevo entorno y también para ubicarse. Prestarle mucha atención en este momento no es una buena idea, pero si debemos quedar en su campo visual aunque ignorándolo un poco (o al menos aparentándolo). Después de un tiempo es bueno tapar la jaula con una tela siempre dejando un hueco en la zona trasera de la jaula para que entre suficiente aire. Esto se hace para que pueda comer y descansar sin tener que estar pendiente de nosotros. 

La ubicación de la jaula es otro punto clave. Una ubicación incorrecta puede acarrear trastornos e incluso problemas de conducta tan graves como el estrés y el picaje de las plumas. 

En una casa, con una distribución habitual, el mejor sitio para situar a la jaula de nuestro loro mascota es el salón ya que allí estará integrado en todo momento, plenamente en la vida cotidiana de los habitantes de la casa. 

La jaula nunca debe situarse cerca de ventanas, puertas o la televisión, ya que suelen crear estrés a largo plazo, además de ser la forma más rápida de convertir a un loro en chillón. 

Otro aspecto importante referente a la ubicación es que nunca debemos situar a la jaula en el centro de la habituación. Siempre en una esquina o hacia una pared. Esto es para que nuestro loro no tenga que vigilar su espalda. Sólo tendrá que estar pendiente de lo que ocurra en frente suyo y no detrás. Así le daremos mayor seguridad. 

En el caso de que queramos instalar un aviario de interior, debemos tener en cuenta las mismas características relacionadas con la ubicación mencionada anteriormente. 

Si tenemos suficiente espacio y luz en nuestra casa, un aviario interior es una verdadera maravilla tanto para humanos como loros, ya que permite mayor movilidad a nuestra mascota. 

Otro aspecto sumamente importante, quizá el más importante de todos, a la hora de adquirir un loro mascota es el tiempo que podemos pasar con él. 

Tenemos que tener claro desde un principio que para que un loro esté satisfecho en cuanto a atención y cariño, es una de las mascotas más exigentes, ya que no es suficiente con estar con el un ratito mientras limpiamos la jaula. 

Uno de los errores más frecuente y que muchas veces acarrea problemas realmente graves es el hecho de que se suele dedicar mucho tiempo a nuestra mascota recién llegada pero pasado unos meses ya no se tiene el mismo tiempo. Frecuentemente se adquieren los loros durante las vacaciones donde podemos dedicarle todo el día, pero donde no le enseñamos la rutina diaria real que habrá cuando volvemos al trabajo. En un principio es una idea bonita pero que en caso de un loro, animal sumamente inteligente y sociable, suele salir mal y con consecuencias no pocas veces nefastas. 

Si nos ponemos a la altura de nuestra mascota recién llegada, se alegra mucho cuando se le dedica tanto tiempo, pero fácilmente se crea una dependencia. El problema surge cuando las vacaciones finalizan y los humanos tienen que volver a trabajar y el loro se queda todo el día solo; y se aburre tremendamente ya que no ha "aprendido" a entretenerse por si solo 

Para evitar esta situación, debemos enseñar a nuestro loro desde el principio (desde el primer día) que no podremos estar siempre con él. Cuando se establece una rutina de este tipo desde el primer momento y siempre teniendo al alcance de nuestro amigo suficientes juguetes y entretenimientos, no deben aparecer demasiados problemas. 

Referente a esto, el enriquecimiento ambiental es de gran importancia. Si cambiamos los juguetes cada pocos meses nunca se aburrirá nuestra mascota. También se puede poner música con un temporizador durante un breve intervalo en nuestra ausencia. Pero música suave y tranquilizante, ya que no queremos que se vuelva excesivamente ruidoso. 

Por último, es absolutamente esencial acostumbrar a nuestro loro mascota a salir a diario de su jaula. Debemos enseñarle tanto a salir y entrar por sí solo tras una orden, como sacar y meterlo con las manos. 

Teniendo en cuenta todos estos aspectos a la hora de adquirir y traer un loro a casa, no deberían ocurrir demasiadas complicaciones. Sencillamente tenemos que tener en cuenta que un loro recién llegado necesita mucho tiempo y tranquilidad. 

                                      

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